Muchas veces dejamos lo que tenemos que hacer para mañana y al final se nos terminan acumulando todas esas tareas que alteran nuestra #PLACEROSOFÍA.
Seguro que alguna vez has sentido esto, porque ¿quién no ha dejado para más tarde lo que tenía que hacer en ese momento? ¡Todas lo hemos hecho! Y aunque a veces nos parece más cómodo aplazarlo, al final nos damos cuenta de que no lo es. Y ¿cómo podemos evitarlo?
Divide las tareas en pequeñas subtareas
¡Divide y vencerás! Hay veces en las que ni siquiera sabemos por dónde empezar… ¿La solución? Puedes empezar dividiendo las tareas grandes en tareas más pequeñas, y con ello establecer pequeñas metas para cada actividad.
Siguiendo este método, solo tendrás que ir paso a paso hasta llegar al objetivo final.
Supera el “me pongo en cinco minutos”
Ya lo tenemos todo organizado, pero ¿a qué hora me pongo? Siempre es lo más difícil. Lo vamos aplazando y aplazando… y nos excusamos, pero… It’s time to start!
Programa una alarma para marcarte la hora de empezar. Antes de hacerlo, tómate tu tiempo y descansa. Puedes inspirarte en el método Pomodoro y trabajar sin parar durante 25 minutos y después hacer un descanso para recargar pilas antes de continuar.
Recompénsate por haber terminado
Cuando abandonamos una tarea o dejamos algo sin hacer puede ser porque no tenemos tiempo, porque nos aburre o, sencillamente, porque no nos gusta. ¡Es normal!
Para aumentar tus ganas y motivación, no te conformes solo con empezar y terminar, date un capricho. ¡AUTOPRÉMIATE! Porque así todo se lleva mejor.
¿Y qué tipo de recompensa puedes darte a ti mismo? Hay muchas opciones: salir a dar un paseo, hacer yoga, cocinar o comerte una bolsa de MIOS!. OF COURSE!
Ahora que has completado tus objetivos, ¿cómo te sientes? ¡No hay nada como la satisfacción de un trabajo bien hecho! ¿A que no ha sido ta duro? 😉