Pequeños placeres para hacer en casa una tarde de frío.

Se acerca el frío y con él las tardes de lluvia en las que lo único que nos apetece es “peli, sofá y manta”. Este año disfrutaré de ese plan, sin duda, con unos Míos. No me canso de decirlo pero estoy realmente enganchada a los de cebolla. Yo soy de las que aman el ruido de la lluvia golpeando en el cristal de la ventana. De hecho, es tal el placer que me da, que en mi Alexa reproduzco  el sonido de la lluvia para conciliar el sueño.

Hoy os voy a contar otras cosas que hago en tardes como estas y que se convierten en pequeños placeres que disfruto conmigo misma. 

Manicura en casa. 

En mi día a día no tengo tiempo para darme mimos, es por eso que aprovecho estos momentos para cuidarme las uñas. Muchas estaréis de acuerdo en que hacernos la manicura, lejos de verlo como una pérdida de tiempo, es un momento de relax en el que disfrutamos un montón. Para mí, las manos dicen mucho de una persona y tener las uñas cuidadas da muy buena imagen a quien tenemos en frente. 

Bizcocho de yogur. 

El olor a bizcocho en el horno me traslada al invierno. Esas tardes que pasábamos en familia en casa con un bizcocho a punto de hacerse. Desde hace muchos años, cuando descubrí que hacer un bizcocho era taaan fácil, lo hago prácticamente una vez al mes. Seguro que ya sabéis la receta pero es que con 5 ingredientes y la regla del 1-2-3 como yo digo, está hecho. Tres huevos, vasito de yogur y “mi regla”: un vaso de aceite, dos de azúcar y tres de harina. Al horno y ¡¡listo!! Yo tengo un problema y es que una vez hecho, no llega a enfriarse porque me lo acabo todo antes. ¡Qué le voy a hacer si me encanta recién hecho! Sin duda alguna, es el capricho que me doy todos los meses.

Collares de abalorios.

Fue durante el verano que me aficioné a ello y me hice con una colección bastante grande de abalorios. Esto, al igual que el bizcocho, me traslada totalmente a mi infancia. Cuando era pequeña hacía pulseras y collares y ¡los vendía en el recreo! Fuisteis muchas las que, cada vez que compartía con vosotras las cositas que iba haciendo, me decíais que os habíais enganchado a hacerlas. Y es que ¡es verdad, engancha un montón!. Es cuando tengo un día ajetreado que digo, “necesito llegar a casa y tirarme en el sofá con mi cajita de abalorios”. Paso horas y horas sin darme cuenta…

Deporte en casa.

No todo tiene que ser relax, también podemos anticiparnos un poco a los polvorones que se acercan estas Navidades. Ponerse en movimiento siempre es una buena opción. Creo que durante este confinamiento todos nos hemos dado cuenta de que es posible hacer deporte en casa y, muchos de nosotros, lo hemos cogido como costumbre en nuestro día a día. Una buena rutina nunca está de más.

Hacer punto

Seguramente te hayas dejado del invierno pasado una bufanda a medias, ¡es el momento de retomarla! Vamos retomando esta vieja costumbre poco a poco… Las tiendas se llenan de cosas de punto. Seguro que tu madre o tu abuela son capaces de enseñarte cómo se hace. Aunque yo no sea experta y lo único que sea capaz de hacer sea una bufanda, las cosas pequeñas se hacen grandes día a día. Poquito a poco aprenderemos a hacer ese bolso que vimos en Pinterest, o ese jersey tan mono para pasar el invierno bien abrigadita. 

Invierno y aburrirse en casa, no tienen por qué ir de la mano. Hay muchas cosas que podemos hacer en casa para disfrutar de momentos con nosotras mismas. Pequeños placeres que en nuestra rutina y en nuestro día a día no podemos hacer por falta de tiempo. 

 

By Carlota Núñez
@duulcedeleche

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