APRENDE A DECIR NO (En lo que dura una bolsa de MÍOS)

APRENDE A DECIR NO (En lo que dura una bolsa de MÍOS)

La sociedad en la que vives.

Las personas de las que te rodeas.

Las circunstancias en las que te encuentras.

Muchas veces requieren que te impliques en situaciones que no te apetecen absolutamente nada.

(Pero nada de nada de nada de nada)

Y sin embargo te dices:

“Es que es algo que viene de mi jefa… Debería decir Sí directamente”.

“Es que me lo pide mi padre… No puedo decirle que No, y menos a su edad”.

“Es que son mis amigas… Seguro que ellas harían lo mismo por mí”

Pese a que un “Sí” y un “No” tengan el mismo número de letras, en general a todos nos cuesta mucho más pronunciar este último.

Y es que decir “No” parece estar mal visto.

Decir “No” contraria a la gente. Decir “No” es egoísta.

Sin embargo, es imprescindible que aprendas a establecer límites si no quieres volverte loco/a.

De lo contrario, correrás el riesgo de renunciar a tus deseos y aspiraciones mientras acabas cumpliendo los del resto.

¿Preparada/o para aprender a decir “No”?

  1. Quiérete a ti mismo/a.
    Muchas veces decimos que “Sí” a todo por no incomodar a nadie. Otras, por el contrario, lo que buscamos en ganarnos el amor, la confianza o el respeto de esa persona. ¿Cuántas veces has querido hacer un favor a tu jefa o jefe solo por ganar puntos?
    La gente te quiere por como eres, no por lo que haces por ellos. No lo olvides.
  2. Date un momento antes de decir “Sí” o “No”.
    ¿Qué consecuencias tendrá esta decisión en tu vida?
    ¿Te ayuda o te entorpece en tu camino?
    ¿Te apetece hacerlo o simplemente no quieres defraudar a nadie?
  3. Si no sabes responder al punto anterior, distánciate y date un tiempo para reflexionar. Puedes anotar los pros y contras en un papel.
  4. ¿Vas a decir que “No”? Pues no des muchas explicaciones.

Y en caso de querer hacerlo, mantente firme. Las explicaciones o excusas suelen ser la oportunidad perfecta para que tu interlocutor intente convencerte de lo contrario. No lo conseguirá.

Decir “No” es un gustazo, es un derecho y una manera de crecer como personas, valorar quienes somos y qué queremos.

De hecho, y paradójicamente, decir “No” nos abre, en muchas ocasiones, a nuevas oportunidades en las que lo único que querrás decir es “Sí”.

¿Te apetecen unos MIOS! de Maíz y Cebolla con balsámico de Módena? A esto no puedes responder que “No”.

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